DESARROLLO DE LA TRAZABILIDAD EN EL SECTOR AGROALIMENTARIO PANAMEÑO

martes, 21 de octubre de 2008

Las regulaciones sanitarias en el comercio internacional son cada vez más estrictas y los programas de trazabilidad son claves al momento de negociar acuerdos de libre comercio. En los principales tratados comerciales que ha pactado Panamá existe el compromiso de "verificar que los vegetales, animales, productos y sub productos de exportación" estén sujetos a un seguimiento sanitario. La trazabilidad permite conocer toda la historia de los animales desde que nacen hasta que son sacrificados y llevados al mercado de consumo.

El sistema de trazabilidad es un conjunto de medidas, acciones y procedimientos que permiten registrar e identificar cada producto, desde su origen hasta su destino final, reconstruyendo la historia y el recorrido del mismo. Ante la apertura de mercados globales, al productor no le queda otra alternativa que modernizarse con la implementación de sistemas como éste para ser competitivo.

Mientras los productores nacionales están la espera de la ratificación del tratado de libre comercio (TLC) de Panamá y Estados Unidos, los ganaderos nacionales tratan de anticiparse al hecho asumiendo el reto de implementar el sistema de trazabilidad para garantizar la calidad de la carne que se exporta a los mercados internacionales. El sector también incursionará en la tecnología que permite rastrear con precisión el camino que recorren nuestros animales en la cadena productiva y de comercialización. Con este sistema se demostrará que la carne nacional procede de reses sanas y de buena calidad. (1)

En 2005 se formalizó un programa piloto de trazabilidad para la ganadería en fincas de Darién. El entonces ministro de Desarrollo Agropecuario, Laurentino Cortizo, emitió una resolución en la cual aseguraba que el plan permitiría identificar, registrar y monitorear individualmente los bovinos en Darién. Se destinaron 500 mil dólares del Fondo Fiduciario para el Desarrollo (FFD) para financiar ese plan piloto. Sin embargo, los ganaderos reconocen que el Gobierno ha "fracasado" en la puesta en marcha del programa de trazabilidad bovina. Los ganaderos argumentan que la Dirección de Salud Animal enfrentó complicaciones para definir el tipo de arete que se colocaría a los animales y para adquirir el software para llevar los registros.

De los fondos aprobados se ejecutó el 90% de los recursos, y según consta en un informe oficial de la unidad que administra el FFD, la mayor parte del dinero se utilizó para sufragar gastos de seminarios, publicidad y divulgación y en la compra de tres vehículos. Para el 2006, solo existían disponibles 59 mil 944 dólares para adquirir los dispositivos de rastreo de bovinos y equipos informáticos.


En el presupuesto de 2007 se asignó una nueva partida de 65 mil 900 dólares para cumplir con la segunda fase del programa nacional de trazabilidad. Dentro del acuerdo comercial pactado con Estados Unidos también se incluyen los registros de trazabilidad de todos los productos que son exportados, incluyendo las cucurbitáceas (melón y sandía), vegetales y otros cultivos.